GESTIÓN DE LAS CONVERSACIONES PENDIENTES
En ocasiones no decimos lo que sentimos y nos dejamos llenar de resentimiento y de expectativas no cumplidas.
- Marzo 20.2018
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Suele ocurrir que creemos habernos ido cargando de razón con un diálogo interno que nos impide ser eficaces para exponer abiertamente nuestras ideas y emociones. A esto se le llama en coaching, la gestión de las conversaciones pendientes.
“Enfadarse es fácil, pero enfadarse en la magnitud adecuada, con la persona adecuada, y en el momento adecuado es cosa de sabios” (Aristóteles).
No somos lo suficientemente conscientes de las consecuencias de no gestionar mejor nuestras conversaciones. Las conversaciones pendientes impactan muy negativamente en nuestro entorno, y nuestro diálogo interno afecta no solo en los entornos profesionales, sino también en los personales. ¿Y si las cosas no fueran tal y como nos parecen internamente?, ¿y si pudieran ser algo diferentes en función de lo que hablemos con el otro al preguntarle sobre lo que necesita de mí?.
A lo mejor se trata de aumentar la consciencia y hablar de lo que el otro necesita.
Lo que nos frena a tener conversaciones pendientes:
Puede ser que no sepamos hacerlo sin herir al otro o que tengamos miedo de que el remedio sea peor que la enfermedad. Pero si hemos ido postergando algunos temas y ahora decidimos afrontarlos, deberíamos intentar emplear ciertas habilidades de comunicación para resolver los conflictos y para alcanzar acuerdos.
Diseñar una conversación pendiente podría ser algo así:
- Expresa cómo te sientes: Empieza con un lo qué a mí me pasa es… con la mano en el pecho, porque es tu opinión, es tu sensación.
- Ponte en la piel de tu interlocutor: Atiende a sus necesidades.
- Ni relegues tu necesidad ni la impongas. Suma: tu necesidad + mí necesidad.
- Alcanza acuerdos, el resultado de la conversación debería sea bueno para ambos
- Pide de forma clara, específica y directa.
- Ofrece propuestas muy concretas.
- Mira al futuro, no te atasques buscando una explicación pasada.
- Y pregunta: ¿qué hacemos ahora que sea bueno para los dos?.
Para hacerse responsable de las conversaciones pendientes hay que tener el coraje y la valentía de declararnos VULNERABLES: para compartir lo que sentimos, ser atrevidos para dar y para pedir feedback, para escuchar a la otra parte de lo que están generando en nosotros.
Para tener mejores resultados, conversaciones más eficaces:
- ¿Qué no le estás diciendo a tu pareja, a tu compañero de trabajo, o a tu jefe?¿En qué momento te has sentido mal o bien y no lo has compartido?.
- ¿Y si le dijeras a la persona que tienes al lado lo que tú sientes cuando hace determinada cosa, qué pasaría?.
- ¿Qué me ha faltado decir hoy?.